sábado, 8 de diciembre de 2007

Todo sobre mi madre...


"Todo sobre mi madre podría tener como divisa una frase famosa de una mujer, Mme. de Stäel, que dijo:" Comprenderlo todo es perdonarlo todo". Esa es la filosofía según Pedro Almodóvar"G. Cabrera Infante, El País, 16-Mayo-1999


Manuela (Cecilia Roth) siente la necesidad imperiosa de buscar al padre del hijo que acaba de perder en un accidente. La gran obsesión vital del chico fue la de saber quién era su padre, algo que ella siempre le escondió. Con esa intención Manuela viaja a Barcelona, donde se reencontrará con él, aunque ahora transformado en Lola (Toni Cantó).



(Texto completo)


TODO SOBRE ALMODÓVAR

Guillermo Cabrera Infante


"Todo sobre mi madre" es, en efecto todo sobre Almodóvar. Es la película del artista nada adolescente: los personajes convertidos en personas (los que llevan la máscara) que al juntarse componen el retrato del autor y su ideología esbozada en "kika" y "Tacones lejanos". Si por ideología se entiende, como quiso el originador del concepto, una zoología humana. O mejor una suerte de antropología que es una teoría de la naturaleza humana. Dijo el poeta Pope que "el estudio apropiado de la humanidad es el estudio del hombre". Almodóvar corrige a Pope ahora al demostrar que el estudio de la humanidad empieza con la mujer: lo que Eva tiene, Adán lo quiere. En ninguna de sus películas ha centrado tanto Almodóvar su universo concéntrico en la mujer. Esta vez, los hombres son mujeres, y el catalizador de estas vidas, Lola, es en realidad un transexual: un hombre convertido en mujer. Ellas van desde una enfermera, Manuela, hasta una enferma, Rosa. Son mujeres gravemente enfermas. Pero el mal de Manuela, que es el dolor tremendo de haber perdido a su hijo único, tiene cura en la consolación. La enfermedad de Rosa, el sida, es incurable, mortal. Manuela va de tragedia en tragedia tratando, sin saberlo, de superarlas. Ella regresa del Madrid al que ha huido a la Barcelona de que huyó como un Proust práctico. No va a encontrar la nostalgia, sino a darle dirección a su vida sin sentido y experimenta toda casualidad como causalidad. ¿Es casual que al llegar se encuentre con su antigua amiga, Agrado, haciendo la calle como una mujer de la vida y casi de la muerte? Agrado es un transexual que guarda entre las piernas todavía un recuerdo de su heterosexualidad. Una nueva amiga, Rosa, joven, está preñada, lo sabe, y herida de muerte y no lo sabe. Irónicamente -la película es un constante juego de ironías-, el padre del hijo de Manuela es el mismo padre del hijo por venir de Rosa, Lola, a quien no veremos hasta el final revelador. "Todo sobre mi madre" es una versión trágica de "La ronda". Pero donde Arthur Schnitzler ponía la sífilis como "trait-d'union", el guión como guía, el mal de amor de ahora es el sida. En una de las escenas más horriblemente hermosas del filme, cuando Manuela llega a Barcelona, su taxi se encuentra atrapada en una suerte de carrusel depravado donde los buscones en su auto dan vueltas y revueltas alrededor de las busconas en la calle. Son todas, casi lo adivinamos, una ronda de veras de travestis y transexuales, todas mujeres de la vida, de la noche. Aquí la fotografía alucinante y la música evocadora de ese paraíso perdido que es la inocencia valen la pena -por no decir el pene-. Que es lo que está en cuestión: tenerlo o no tenerlo. Como siempre, Almodóvar hace sus guiños con un solo ojo, la cámara. LA película comienza como un presagio: el hallazgo de un donante por Manuela. La escena siguiente junta a Manuela y su hijo. Que pronto donará también su corazón, cenando y mirando la televisión, donde va a comenzar "Eva al desnudo". El hijo dice que ése no es el título original, que es "Todo sobre Eva", y la madre declara: "Es un título raro". Sin saber ella que será Eva y la madre y lo sabremos todo sobre ella. Éste es el primer gran guiño que hace Almodóvar al espectador. Habrá otros. Como "Un tranvía llamado Deseo", que es mucho más que un guiño, ya que su representación en escena es un leitmotiv que se hace Lehrstuck: el motivo diseñado para educar a los actores más que entretener al público. La obra de Tennesse Williams, el Deseo, no es el nombre de un tranvía, sino la trampa en que caerán todos los personajes, sobre todo la actriz Huma Rojo (magistralmente encarnada por Marisa Paredes, que muestra aquí toda la gama histriónica que le ofrecen el teatro y la vida al mismo tiempo) el personaje que desencadena la tragedia. Otros guiños menores son Boris Vian, el juego joyceano con las palabras romántico y reumático, la mención a "Cómo casar un millonario", la señora de casa que falsifica Chagalls, la simulación de una secuencia médica que remita a "Kika" y a "La flor…", y que se repetirá a hora como realidad. (Aquí, Almodóvar recuerda la frase inglesa para quirófano, teatro de operaciones). Manuela le regala a su hijo que va a morir un ejemplar de "Música para camaleones", de Truman Capote, un autor que Almodóvar parece preferir. Como siempre, los actores (en este caso, las actrices, porque es una película de mujeres por mujeres, y entre ellas Cecilia Roth carga con todo el peso de su tragedia en una actuación ejemplar) no representan, sino que son los personajes. Nadie más memorable que Antonia San Juan, que es una actriz haciendo de un hombre que se ha vuelto mujer, en un juego de las transformaciones, que es el único personaje cómico en una película trágica, triste. Su mejor momento es su monólogo de ocasión, que es uno de los grandes pasajes cómicos en el cine de Almodóvar. Termina con una nota seria en el teatro que podría ser si programa de la vida de la película y de la película en la vida. Dice ella: "Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma". Al final aparece el causante de la preñez de Manuela y de la enfermedad de Rosa: es Lola, y se la ve en un cementerio donde entierran a Rosa casi como Ofelia. La aparición, eso es lo que es, de una extraña belleza mórbida que no por gusto recuerda al conde Drácula: es el maligno agente de la muerte. "La sangre es vida", declamaba Drácula. Aquí, sin embargo, la sangre es la muerte. Hay un doble intento de final feliz en esta compleja trama que es, de veras, la mejor película de Almodóvar. El hijo que Rosa pare (parecería que Penélope Cruz está en las películas de Almodóvar para dar a luz entre las sombras) ha heredado el mal del siglo, pero su moribundo padre, que ahora parece su madre, conoce al hijo, que salvará en un milagro. Manuel viaja y vuelve a Barcelona. Pedro Almodóvar, que antes inventó a Madrid, parece ahora reclamar a Barcelona como suya. Guay, Gaudí. El último fotograma de "Todo…" es la última visión y el último guiño. Ahí está Marisa Paredes recortada contra una pared verde y dice de pronto, misteriosa: "Hasta luego". Desde "Vértigo", desde que Kim Novak revela al espectador su gran misterio (ella es la que viene viva de entre los muertos), no había visto yo en la pantalla otro rostro tan angustiado por su pasado que amenaza en convertirse en su único futuro posible. "Todo sobre mi madre" podría tener como divisa una frase famosa de una mujer, Mme. De Stael, que dijo: "Comprenderlo todo es perdonarlo todo". Ésa es la filosofía según Pedro Almodóvar. El País, 16 de mayo de 1999.


" Domina el enrevesado tinglado que emprende, deja caer en la pantalla ideas arguméntales y situaciones muy ingeniosas, esboza los hilos de media docena de personajes insólitos y hechos a la medidas de sus interpretes, teje con suma habilidad estos hilos, combina sirviéndose de ellos melodrama y comedia, nos hace pasar del lagrimeo a la carcajada en vaivenes formales personalísimos y perfectamente medidos; y da lecciones de buen oficio en el arte y la artimaña de la fabulación."Ángel Fernández Santos, El País, 18-Abril-1999
"Película magnífica en su modulación emotiva, articulada sobre una base dramática que admite siempre notas de humor, y que despeja muchas incógnitas que se cernían en los últimos tiempos sobre el cine de Pedro Almodóvar."Quim Casas, El Periódico, 17-Abril-1999




[...] Almodóvar se alzó con el premio al mejor director en el Festival de Cannes este año por este conmovedor -y a veces desolador- homenaje a la maternidad y a las actrices, a los hombres que se visten como mujeres y mujeres disfrazadas que ejercen diariamente el poder gracias al arte dramático de la mentira [...] Con pequeñas excepciones, Almodóvar manipula el argumento barroco con la destreza de un mago. "Todo sobre mi madre" es una adoración, la historia de la reunión de una familia y recreación de la familia. La película se hace eco de la famosa sentencia de Blanche Dubois: "Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños"Thelma Adams, The New York Post, 24 de septiembre de 1999




"Pedro Almodóvar ama a las mujeres. Más concretamente, ama la femineidad, que es por lo que "Todo sobre mi madre" capta la atención no sólo de las mujeres si no de aquellos que unirse a [...] Almodóvar toca fibras que nunca creías serían tocadas. La película, como sus personajes, es más que la suma de sus partes".Jami Bernard, The Daily News, 24 de septiembre de 1999




"[...] Con "Todo sobre mi madre", Almodóvar nos da la más sentida de sus películas - un tributo profundo a las mujeres, las actrices el arte y "la amabilidad de los extraños". Almodóvar puede haber madurado a una edad mediana, pero sus personajes son aún más viscerales que nunca [...] Divertida y profunda, la película sigue los caminos que esas mujeres emplean para salvarse las unas a las otras. Esto es humanidad en drag: la apasionada redefinición de los valores humanos por Almodóvar."David Ansen, Newsweek, 22 de noviembre de 1999



"El décimo tercer filme de Pedro Almodóvar es un pequeño modelo de escritura. Las situaciones más delirantes suenan a verdaderas y no se le escapan nunca, los diálogos mueven ríos de emoción sin parecer largas. Se le ha apreciado como cineasta "a la moda" a lo largo de los años, sin perder jamás el sentido del cine-espectáculo, pero se ha transformado en un clásico, como Woody Allen o Bergman. ¿Su mejor película? Al menos la mejor resuelta, la más calurosa, la más conmovedora."Carlos Gómez, Le Journal du Dimache, 23 de mayo de 1999.




"La Obra Maestra de Almodóvar. Colores chillones. Putas, travesis y Sida en primer plano: Almodóvar, siempre fiel a su universo y a su leyenda. Y sin embargo. ¡Cuánto camino recorrido! Se aleja de la fiesta chusca, provocadora y endiablada de los años después de la "Movida". La mujeres, omnipresentes, ya no están al borde de un ataque de nervios. Lloran con la tragedia cotidiana (...) "Todo sobre mi madre" es un melodrama. Y una obra maestra...".Pierre Billard, Le Point, 21 de mayo de 1999.



"...Homenaje enamorado a "All About Eve" (Mankiewicz), "Opening Nigth" (Cassavetes) y "Un tranvía llamado deseo", la obra de Tennessee Williams; la nueva locura de Almodóvar, atravesada por una "armada" de "chicas" (Cecilia Roth, Marisa Paredes, Antonia San Juan , Penélope Cruz) confronta a todas estas madres potenciales (transexuales, travestis, monjas...) con la tragedia de la vida y de la muerte. Bienvenido a "Almodovaria".G.M. L'Express, 20 de mayo de 1999.




"... El cineasta imbrica una fábula sobre el teatro, un documento sobre el barrio chino de Barcelona, un panfleto social, un reportaje sobre el transplante de órganos (otra forma de mantener la cadena de la vida). Al comienzo de la película se muestra un plano - audacia formal de la que Almodóvar está acostumbrado- transforma la pantalla en una página en blanco, donde un lápiz escribe. "Todo sobre mi madre" es un block de notas personal, no el resultado de una ingeniería de guión o de realización. En el centro de todo este vasto monumento, hay un hombre, un artista que dice "yo", Pedro Almodóvar".J.-M.F. Le Monde, 18 de mayo de 1999.



"La mejor película del año... "Todo sobre mi madre" muestra a Almodóvar en la cima de su madurez cinematográfica y emocional... este "screwball melodrama" tiene más argumento y personajes de peso que todas las otras películas de Cannes juntas, y más papeles excelentes para mujeres en sus 101 minutos de los que le tout Hollywood podría soñar en un año".Richard Shinckel, Time Magazine, junio-1999



"Todo sobre mi madre" es vista por muchos como el éxito supremo en la carrera de un director cuya personal habilidad de casar drama y comedia nunca se ha ejercitado con tan gran efecto"John Anderson, Newsday, septiembre-1999



"Todo sobre mi madre" es una película esencial. Un torrente de amor loco que se desliza bajo nuestros ojos llenos de lágrimas"Gerard Lefort, Liberation "Todo sobre mi madre" es digna de encontrarse en todas las filmotecas entre "Eva al desnudo" de Joseph Mankiewicz, "Mujeres" de George Cukor e "Imitación a la vida" de Douglas Sirk. En su decimotercera película, Almodóvar, en plena madurez y en plena maestría de su talento, ha sido tocado por la gracia".Michael Rebichon, Studio

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